Capítulo 5: Construyendo en la Selva
¡Llegamos a Blumenau! Pero esto no es lo que esperaba. Solo hay algunos árboles cortados y tres casas pequeñas de madera.
"¿Aquí vamos a vivir?" pregunta Greta, mirando la selva grande alrededor de nosotros.
"Sí, pero vamos a construir nuestra casa," le digo.
Hans y yo trabajamos todos los días cortando árboles. Es muy difícil. Los troncos son pesados y hace mucho calor. Sudamos como nunca en Alemania.
Los otros colonos nos ayudan. Friedrich Schulz me enseña a cortar la madera de la manera correcta.
"Jakob, estos árboles son diferentes. Tienes que cortar así," me dice.
Construimos las paredes con troncos y lodo. Para el techo usamos hojas de palma. Es muy primitivo, pero es nuestra casa.
Greta planta vegetales pequeños cerca de la casa: repollo, zanahorias, y papas que trajimos de Alemania. Cada día riega las plantas con agua del río.
"Mira, Jakob, ¡ya salen las primeras hojas!" me dice feliz.
Karl aprende a pescar en el río con un palo y un hilo. También caza pájaros pequeños con una honda que le hizo Hans.
Por las noches tenemos muchos mosquitos grandes. Nos pican tanto que no podemos dormir bien. Y llueve mucho, mucho más que en Alemania.
Pero todos los colonos alemanes trabajamos juntos. Compartimos comida y herramientas. Cuando alguien está enfermo, todos ayudamos.
"Vamos a hacer una vida buena aquí," le digo a Greta mientras miramos nuestra casa nueva.
"Sí, con la ayuda de Dios," responde ella.